Los 133 cardenales que pueden votar en el cónclave ya están en Roma, y el hoy de tarde se realizará la primera votación. El Vaticano ultima los detalles de una elección histórica.
Con los 133 cardenales que pueden votar y ser elegidos ya instalados en Roma, está todo pronto para que el miércoles comience el cónclave que elegirá al nuevo papa, sucesor del argentino Jorge Bergoglio (Francisco).
El sábado tuvo lugar la novena jornada de las «congregaciones generales», unas reuniones a puerta cerrada entre los cardenales donde se prepara la elección del nuevo papa: cada cardenal fundamenta lo que quiere y espera del próximo líder de la Iglesia Católica.
En estos encuentros, que se celebran en la sala Pablo VI, cardenales electores y no electores debaten sobre los temas prioritarios de la Iglesia y el perfil que debe tener el nuevo papa. Mientras tanto, se aceleran los preparativos técnicos en la Capilla Sixtina.
Un video difundido por la Santa Sede muestra a los trabajadores colocando andamios bajo los frescos de Miguel Ángel, así como un falso piso de madera para poner encima grandes mesas donde se instalarán los 133 cardenales electores.
Otros obreros instalaron en un rincón de la capilla, la pesada estufa que servirá para quemar los votos secretos, mientras que los bomberos treparon al techo de tejas para arreglar el conducto de la famosa chimenea de la que saldrá el humo blanco al final del cónclave.
Tras prestar juramento, cinco electricistas, cinco técnicos y dos floristas permanecerán en el lugar «sin contacto con sus familias» hasta que dos tercios de los cardenales voten por el mismo candidato.
Los técnicos también están encargados de oscurecer «todas las ventanas del Palacio Vaticano en las áreas destinadas al cónclave» y desactivar «todos los dispositivos tecnológicos y sensores instalados en los últimos años en la Capilla Sixtina».